En esta primera unidad del curso, el alumno
obtendrá los elementos fundamentas para poder iniciar a escribir correctamente.
Adquirida conocimientos básicos que lo harán un escritor eficiente, hábil y
preparado en cualquier tipo de texto que requiera hacer.
A través del
conocimiento de los conceptos que forman la estructura y armazón de nuestra
lengua, el estudiante escribirá con conocimiento de los antecedentes,
desarrollo y renovación de la lengua española. De esta manera sus textos
tendrán los elementos fundamentales de claridad, orden racionalidad y
creatividad que exigen los lectores especializados.
La unidad se
divide en tres apartados en donde se estudiaran los elementos básicos de la
lengua, primero se examinará la gramática, en segundo término las categorías
gramaticales o tipos de palabras y en tercer lugar las funciones del lenguaje. Con
estos elementos esenciales de la lengua se pondrán las bases para poder
enfrentarse a la ortografía y la redacción, y con esto cumplir con los
objetivos del curso.
1.1 Gramática
Las
investigaciones que se han desarrollado sobre la estructura y el
funcionamiento de cada lengua han recibido comúnmente el nombre de gramáticas.
Los estudios
gramaticales se iniciaron en Grecia en el siglo V a.C., aunque la primera
gramática no fue escrita sino hasta el siglo II a.C. por Dionisio de Tracia.
Estos estudios se vinculaban con “el arte de escribir”, dado que en ese tiempo
se consideraba el lenguaje escrito más importante que el lenguaje oral. También
en esa época datan las primeras distinciones entre las clases de palabras:
nombres, verbos, artículos, adverbios, pronombres, preposiciones y las
categorías: genero, tiempo, caso, voz, modo.
Las gramáticas que
los latinos elaboraron después, estaban inspiradas en las aportaciones de los
griegos, y las modificaciones que introdujeron fueron mínimas. Muchos de los
principios gramaticales clásicos se mantuvieron durante la Edad Media, época en
la que se estimulo es estudio del latín. No fue sino hasta el Renacimiento
cuando empezaron a aparecer las gramáticas de las nuevas lenguas europeas:
irlandés, islandés, provenzal, francés, español.
Los estudios que
nacieron en Grecia, se desarrollaron en Roma y en la Europa medieval, son los
que se conocen como gramática
tradicional. Esto no significa que en otras regiones del mundo no hayan
existido estudios sobre el lenguaje, es sabido que, independientemente de la
tradición grecorromana de la que hemos hablado, en la India se realizaron
investigaciones sobre gramática en el siglo IV a.C., pero no fueron conocidos
en Occidente, sino hasta el siglo XVIII con el descubrimiento del sánscrito.
En Europa se
hicieron estudios durante el siglo XIX, con el fin de investigar el origen y el
parentesco entre las lenguas, y con ello, se desarrolló la gramática histórica.
En la primera mitad del siglo XX, tanto en Europa como en Norteamérica, se
realizaron investigaciones sobre la estructura de las lenguas, lo que dio
origen a las llamadas gramática estructural
y gramática descriptiva que lograron
importantes avances, entre los cuales se encuentra la descripción de lenguas
indígenas americanas. Durante los últimos cincuenta años del siglo XX, recibió
gran impulso la llamada gramática
generativa que pretende hacer teoría universal de las lenguas.
La lingüística es
la ciencia que estudia las lenguas en todos sus aspectos, la gramática forma
parte esencial de ella. Existen otras ramas de la lingüística que no están
vinculadas directamente con la gramática; por ejemplo, la psicolingüística investiga cómo los seres humanos adquieren su
lengua materna; la sociolingüística estudia
cómo se emplea el lenguaje en la sociedad. En situaciones concretas; la patología del lenguaje estudia los
problemas que pueden padeceré los seres humanos en el empleo de su lengua.
1.1.1 Concepto de
Gramática.
La gramática es parte del estudio general del lenguaje denominado
lingüística. La gramática estudia el sistema de cada lengua. Las lenguas no son
un listado anárquico de palabras; las palabras pueden agruparse por su forma,
su función o su significado y, además, existen reglas para combinarlas y poder
formar frases y oraciones coherentes. Esto es lo que estudia la gramática.
Antiguamente se
consideraba a la gramática como el arte de ensenar a hablar y escribir
correctamente un idioma, pero
en la actualidad se define la gramática como la parte de la lingüística que estudia el conjunto de
reglas que tiene una lengua, para formar palabras y combinarlas en la construcción
de oraciones.
Clásicamente el estudio de
la lengua se divide en cuatro niveles:
Nivel
fonético-fonológico.
Nivel
sintáctico-morfológico.
Nivel
léxico-semántico.
Nivel
pragmático.
A veces se restringe el
uso del término gramática a las reglas y principios que definen el segundo de
estos niveles. Sin embargo, la separación de los niveles no es totalmente
nítida porque ciertas reglas gramaticales se realizan en el nivel fonético-fonológico
e igualmente existen parámetros o criterios semánticos que sirven para decidir
cuándo una determinada construcción es compleja
1.1.2 Partes de la Gramática.
Las partes fundamentales
de la gramática son la morfología y la sintaxis, aunque el listado completo es
el siguiente:
Fonética
La fonética estudia la
producción y percepción de sonidos de una lengua en sus manifestaciones físicas, así como las diferentes
realizaciones de éstos, es decir, los alófonos (sonidos). Un sonido lingüístico
se produce por los llamados órganos de fonación del ser humano: labios,
dientes, alvéolos, lengua, paladar, úvula, glotis, cuerdas vocales. Los sonidos
que conforman una palabra pueden aislarse y distinguirse entre sí. Existe la
convención de transcribir los sonidos entre corchetes: [b], [e], [s].
Un sonido puede presentar
variaciones en el momento de articularse, debido a la influencia del sonido que
le sigue o le precede, por ejemplo, la [n] se la palabra nube, se pronuncia
como [m] cuando aparece junto el sonido representado por la grafía v: invierno,
envase, también se advierte una variación junto a los sonidos [g], [f], como en
angosto, enfermo. Las distintas producciones de un mismo sonido, como las
diferentes formas de pronunciar la [n], se llaman alófonos.
Sus principales ramas son:
fonética experimental, fonética articulatoria, fonemática y fonética acústica.
Fonología
La fonología se ocupa
del estudio de los sonidos en tanto unidades que provocan cambios de
significado;
estas unidades se llaman fonemas y
se transcriben entre barras: /b/, /n/, /a/. La fonología no se interesa por las
diferencias articulatorias, sino que hace abstracción de éstas; por ejemplo,
para las distintas pronunciaciones de [n] establece un único fonema: /n/. Los
sonidos son la realización acústica de los fonemas. Estos últimos son unidades
abstractas que, sin embargo, los hablantes pueden reconocer, a pesar de las
diferencias de pronunciación.
La fonología determina
cuáles son los fonemas de una lengua y los organizan dentro de un sistema a
partir de sus diferencias fundamentales. Por ejemplo, los fonemas /n/, /s/, /t/
son distintos porque la presencia de uno o de otros, en un mismo contexto,
ocasiona cambio de significado: pana, pasa, pata.
Los fonemas del español
son veintidós, diecisiete consonantes y cinco vocales. Suelen utilizarse
símbolos convencionales para transcribirlos, por lo que su representación
gráfica no siempre corresponde a las letras del alfabeto ortográfico.
Morfología
La morfología se ocupa del
estudio de las palabras: su estructura interna, los procesos de
formación, así como de las modificaciones que sufren para indicar los distintos
accidentes gramaticales de género, número, tiempo, modo, entre otros. También
tiene la función de delimitar, definir y clasificar sus unidades, las clases de
palabras a las que da lugar (morfología flexiva) y la formación de nuevas
palabras (morfología léxica).
Las palabras están
formadas por pequeñas unidades que tienen significado; estas unidades se llaman
morfemas, y no necesariamente coinciden con las sílabas.
Los procesos morfológicos más
importantes que presentan las palabras son tres: flexión, derivación y composición.
La flexión es
el procedimiento mediante el cual se agrega determinada desinencia a un morfema raíz, para indicar las variaciones de género,
número tiempo y para formar aumentativos, diminutivos, despectivos. Estas
desinencias no provocan cambios de categorías en la palabra a la que se
adjuntan; por ejemplo, a la palabra “mesa”
se le puede agregar la desinencia de plural –s: mesas. Tanto mesa
como mesas pertenecen a la categoría de sustantivo.
La derivación
es el procedimiento que consiste en agregar un morfema derivativo a una raíz
para formar una nueva palabra. Es muy común que los procesos de derivación
provoquen cambio en la categoría de las palabras y en su significado; el numero
de morfemas derivativos en español es muy grande por ejemplo: El morfema –ción se agrega a raíces verbales para
formar sustantivos: traduc-ción, produc-ción, reten-ción. El morfema –ble se agrega a raíces verbales para
forma adjetivos: lava-ble, compra-ble, recomenda-ble. El morfema –mente se agrega a raíces adjetivas
para formar adverbios: fácil-mente, rápida-mente, loca-mente. Los morfemas
griegos –itis (inflamación): Enteritis
(inflamación del intestino), Flebitis (inflamación de la venas); -sis (acción, formación, operación): Amibiasis,
Cirrosis (endurecimiento del hígado); -ica
(relativo a): Aritmética, Ética, Física, Fonética, Genética; -ismo (sistema, doctrina) Ateísmo,
Empirismo, Panteísmo; -ma (Efecto de
la acción) Sistema, Edema, Dogma; -ita
(Se usa con la palabra griega lítos,
piedra) Estalactita, Estalagmita, Malaquita; -terio (lugar) Cementerio, Monasterio, Presbiterio; -ista
(actitud, oficio, habito) Optimista, Protagonista, Oculista, Alpinista.
La composición
es el procedimiento que consiste en unir dos o más palabras para formar una
nueva. En la composición pueden participar casi todas las categoría
gramaticales, algunas de las combinaciones más comunes son, sustantivo + sustantivo: bocacalle; verbo + sustantivo: limpiabotas; adjetivo + adjetivo: claroscuro; sustantivo+ adjetivo: pelirrojo.
Sintaxis
La sintaxis es la parte de
la gramática que estudia la manera como se combinan
y ordenan las palabras para forma oraciones;
analiza sus funciones, así como los fenómenos de concordancia que pueden
presentar entre sí. La unidad mínima de estudio de la sintaxis es la oración. La
sintaxis estudia las formas en que se combinan las palabras, así como las
relaciones sintagmáticas (son las
que se producen entre varios signos que unidos realizan una misma función, a
través, precisamente, de un sintagma, en el plano morfosintáctico y semántico o
una sílaba en el plano fónico) y paradigmáticas
(son las que se dan entre iguales. Cuando alguien dice “la casa”, la podría
sustituir por otro determinante, sólo por un determinante: mi casa; aquella
casa; esa casa) existentes entre ellas. La sintaxis estudia sólo las reglas y
principios sobre cómo construir expresiones interpretables semánticamente a
partir de expresiones más simples, pero en sí misma no permite atribuir
significados.
Semántica
La semántica es el estudio
del significado de las expresiones del lenguaje,
es decir, del significado atribuible a expresiones sintácticamente bien
formadas. La semántica examina el modo en que los significados se atribuían a
las palabras, sus modificaciones a través del tiempo y aún sus cambios por
nuevos significados. La lexicografía es otra parte de la semántica que trata de
describir el significado de las palabras de un idioma en un momento dado, y
suele exhibir su resultado en la confección de diccionarios.
Etimología
La etimología es el
estudio del origen de las palabras, razón de su existencia, de su significación
y de su forma, según La Real Academia Española (RAE). Se estudia el origen de
las palabras, cuándo son incorporadas a un idioma, de qué fuente, y cómo su
forma y significado han cambiado.
Originariamente la
etimología se refiere al significado autentico de las palabras. Además, estudia
la verdadera significación de las palabras, mediante el conocimiento de su
origen, de su estructura y de sus transformaciones o cambios. En consecuencia,
la etimología comprende todos los elementos constitutivos de los vocablos y no
solamente su raíz.
1.1.3 La silaba
La
sílaba es una o varios letras que se pronuncian en una sola emisión de voz. Una
sílaba puede ser una vocal, pero normalmente, de la unión de dos o más letras
sin que siempre existirá una vocal. En todos los casos, una sílaba se pronuncia
en una sola emisión de voz, y su uso corresponde a dos exclusivas razones:
1) Dividir en dos partes una palabra porque no cabe
en un renglón.
2.) Y la más importante que es: saber la división
silábica que tiene una palabra para bien hablarla de acuerdo a donde recae su
mayor entonación y en relación a esta entonación, saber tildarla cuando deba lleva acento escrito.
La división silábica de las palabras. Por
el número de letras, las sílabas son: monolíteras, bilíteras, trilíteras y
polilíteras.
Sílabas monolíteras son cuando tienen una sola
letra y las únicas que existen son seis: a, e, i, o, u, y.
Las sílabas bilíteras son las que tienen dos
letras: la, mi, el, yo, su, tu, si.
Las sílabas trilíteras poseen tres letras: pie,
los, sus, dos, voz, sol, luz.
Las sílabas polilíteras son los que constan de
cuatro o más letras: plan, trans, dios, pues, cons-, juez.
La sílaba se clasifican en: simples,
compuestas, directas, indirectas y mixtas.
Las sílabas simples
tienen solamente una vocal: te, za-pa-to, a-mor, pa-la-bra, i-lu-so.
Las sílabas compuestas
tienen más de una vocal: cien-cia, guar-dia, loa, bien, quien, diez, miel.
Las sílabas directas
inician con una consonante: cal-za-da, me-di-da, lo-cuaz, sa-la-rio, pen-ta-gra-ma,
puer-ta.
Las sílabas indirectas
comienzan con una vocal: en, al, ac-to, in-ca, en-tre, on-za, un-tar, ú-til.
Las sílabas son mixtas cuando una o varias vocales están entre consonantes:
can-tos, ciem-piés, mor-tan-dad, sus-tan-cial, Car-los.
Normas
para dividir la palabra cuando no cabe en un renglón:
Básicamente, la división de una palabra se hace
dónde termina una sílaba e inicie la siguiente, sin embargo, hay que considerar
algunos casos como los que se detallan:
a)
No deben separarse dos vocales aunque formen sílabas diferentes [se forman
sílabas diferentes cuando están juntas dos vocales
fuertes (a, e, o): a-ca-rre-o, a-cor-de-ón, a-ho-ga-do, al-co-hol,
a-ma-es-trar], salvo cuando de los dos vocales una corresponde a un prefijo que
termine vocal y la palabra simple inicie con vocal, como en: pre-ámbulo, tri-ángulo,
contra-atacar.
b)
Cuando una palabra esté compuesta con prefijo o con otras palabras, la
separación se puede hacer en la unión que tienen, ejemplos: super-abundante,
bien-aventurado, des-arregado, des-animado, mal-entendido.
c)
En la separación de una palabra, no debe quedar una vocal sola al término de
renglón o al inicio del siguiente, ejemplos: a-busado (mal separada), abu-sado
(forma correcta); a-muleto (mal separada), amu-leto (forma correcta); i-dilio
(mal separada), idi-lio (forma correcta); líne-a (mal separada), lí-nea (forma
correcta); vítre-o (mal separada), ví-treo (forma correcta); corpóre-o (mal
separada), corpó-reo (forma correcta).
d)
Las palabras que tienen consonante más h,
se dividen separando la consonante de la h,
ejemplos: des-humanizar, in-habilitar, des-habitado, desin-hibir.
El diptongo
Este
tema va muy unido al asunto de la acentuación. El diptongo es fundamental para
entender el acento gráfico, sobre todo en las palabras graves. Se define al diptongo como
la unión de dos vocales [fuerte + débil; débil + fuerte;
débil + débil] que pueden ser una sílaba o formar parte de ella y, en
ambos casos, tienen una sola emisión de voz.
Las
vocales fuertes son: A E O. Las vocales débiles
son: I U
Diptongos de vocal fuerte
con vocal débil:
1.
ai - ai-re, mai-zal, bai-le, tai-ma-do.
2.
au – cau-sa, a-plau-so, au-to, jau-la.
3.
ei – pei-nar, rei-no, plei-to, a-fei-tar.
4.
eu – feu-dal, deu-da, neu-tro, Eu-ge-nio.
5.
oi – Moi-sés, es-toi-co, he-roi-co, coin-ci-dir.
6.
ou – gour-met, foul, bou-ti-que, bou-le-vard.
Diptongos de vocal débil
con vocal fuerte:
1.
ia – llu-via, dia-blu-ra, cien-cia, gra-cia.
2. ie
– pie, a-nun-cie, bien, piel.
3. io
– vio, es-tu-dio, bió-lo-go, biom-bo.
4. ua
– cual, a-gua, Juan, cuan-do
5. ue
– fue, pues, pue-blo, cuer-do.
6. uo
– cuo-ta, re-si-duo, mu-tuo, sun-tuo-so.
Diptongos con las dos vocales débiles:
1.
iu - viu-do, ciu-dad, triun-fo, diur-no.
2.
ui – fui, rui-se-ñor, bui-tre, rui-na.
No es importante aprenderse de memoria los catorce tipos de diptongos que existen,
lo que sí, siempre hay que tener en cuenta es de qué manera se forman: vocal fuerte + vocal débil; vocal débil + vocal fuerte; vocal débil +
vocal débil.
Normas
que se deben tener en cuenta en los diptongos y fundamentales para el silabeo
de las palabras:
· Nunca
forman diptongo dos vocales fuertes y en consecuencia integran dos sílabas
separadas: a-bu-che-o, be-su-que-o, car-te-ar,
cen-te-lle-o, áu-re-a.
· Nunca
forman diptongo dos vocales débiles iguales, y, por ello, forman dos sílabas
separadas. Las palabras con dos vocales débiles casi no existen y las pocas que
se forman y llevan acento ortográfico no son de mucho uso: fri-í-si-mo,
li-bre-ri-í-ta.
· Forma
diptongo la letra y al final de
palabra si tiene sonidos de la vocal i:
rey, ley, hoy, es-toy, voy, grey.
· En
la formación de diptongo (o en su rompimiento) no cuentan la u sin sonido de la letra compuesta qu porque está integrada a la q, ni tampoco la u muda de la g ante e o i(gue, gui): quie-ro, quie-to; que, que-do, qui-zá (sin diptongo).
Si-guien-te, con-si-guien-te (con diptongo); gue-rra, guin-da, pa-gue, se-guir (sin diptongo).
· La
letra h no se considera para la
integración de un diptongo, así como en su rompimiento. Diptongos
con h intermedia: rehu-sar, rehun-dir, rehi-lar, prohi-bir. Diptongos rotos con h intermedia:
bú-ho, ta-húr, a-hín-co, re-hú-so.
· Todas
las palabras que empiezan con diptongo se les debiera anteponer la letra h: huerto,
huésped, huella, huir, hueva, huelga, huevo, hueso, huarache, huelo.
Ruptura de un diptongo
Si en un diptongo de vocales débil-fuerte o
fuerte-débil la entonación recae en una de las dos vocales débiles (i, u), ésta llevará acento ortográfico y
se formarán dos sílabas, a esto se le conoce como ruptura de diptongo o adiptongo.
Se debe tener muy presente cuando existe un diptongo roto por qué afectará o
complementará a miles de palabras agudas y graves, que llevarán acento
ortográfico, también se formaron muchas palabras esdrújulas.
Los
diptongos rotos se dividen en verbales y no verbales.
Los diptongos rotos verbales
son los que se forman a través de las conjugaciones del copretérito de los
verbos terminados en –er y en –ir, y del pospretérito de todos los
4,200 verbos de uso común. Ejemplos: copretérito
del verbo crecer, cre-cí-a. Pospretérito del verbo amar: a-ma-rí-a.
Los diptongo rotos no verbales son alrededor de
500 y básicamente están en los sufijos –ría,
-logía, -grafía y en palabras con terminación –ía, -ío y todas se
caracterizan por ser palabras graves con acento ortográfico que terminan en
vocal. Ejemplos: a-na-lo-gí-a, bio-lo-gí-a, al-be-drí-o, geo-gra-fí-a, or-to-gra-fí-a.
Existen otras palabras con diptongo roto y que se
caracterizan por ser agudas con acento ortográfico en palabras que terminan en
l, r, d, z. Por ejemplo: ma-íz, son-re-ír, ba-úl, fre-ír, ra-íz, o-ír, re-ír,
ta-húr, a-ta-úd, A-bi-ga-íl, Ra-úl.
Los diptongo formados con vocales débiles iu, ui no se rompen. El diptongo débil ui, que es el que más existe, no tiene rompimiento de diptongo
aunque la mayor entonación caída en la vocal i; en consecuencia, las palabras que lo contengan, no se acentúan. La
razón de esto no es muy clara, pero quizá se deba a que este diptongo, en su
mayor parte, se encuentra en los 36 verbos que terminan en –uir, los que, al conjugarse, la i latina se convierte en y griega. Ejemplos: construir – construyo; instruir – instruyo.
Las palabras que llevan el diptongo ui que no se rompe por acentuación y,
por tanto, no se les pone acento ortográfico son: altruista, beduino, buitre,
circuito, cuida, cuino, cuita, chahuistle, descuido, druida, fortuito, fui,
gratuito, incaico, jesuita, juicio, perjuicio, prejuicio, ruido, ruin, ruina,
Suiza.
El Triptongo
Triptongo es la unión de tres vocales,
una fuerte entre dos vocales débiles, en una misma sílaba. En el idioma español
existen pocos triptongos, los más conocidos son seis, y todos se integran con
los vocales: débil-fuerte-débil.
iai – a-pre-ciáis,
co-di-ciáis, co-rriais,.
iei
– di-fe-ren-ciéis, a-ca-ri-ciéis, es-tu-diéis.
uei - a-ve-ri-güeis,
a-pa-ci-güeis, a-tes-ti-güeis, li-cuáis, buey, ja-güey.
uai – a-ve-ri-guáis,
si-tuáis, cuai-ma, a-guai-ta-cai-mán.
iau – Chiau-tla.
uau – Cuauh-té-moc,
Cuau-ti-tlán, Cuau-tla, huau-chi-nan-go.
Como se podrá observar, los cuatro primeros tipos
de diptongo son de muy poca o nula utilidad y esto obedece a que se utilizan
para la conjugación de los verbos para indicar el vosotros, hablado en la época virreinal hasta el final del siglo
XIX. Actualmente se ha sustituido para decirse ustedes. El triptongo uai,
a su vez, también se aplica a palabras de poco lo uso (cuaima, aguaitacaimán). De
triptongo iau y principalmente uau, por lo general, sólo existen en
terminología de origen prehispánica se indique la para nombrar lugares y
personas.
Los pocos triptongos de
uso común son: aguaitar, Cuauhtémoc, Cuautepec, Cuautitlán, Chiautla, Cuautla, miau, guau, Uruguay, Paraguay, buey, jagüey.
El articulo neutro singular (lo) se usa para sustantiva un adjetivo, que se emplea en género masculino y numero singular, adquiriendo un sentido abstracto.
1.1.4 La oración
Para
lograr la expresión correcta en cualquier documento, es indispensable aplicar
la máxima atención a los elementos que la integran. Un documento, cualquiera que sea su intención o índole está integrado
por párrafos; por ello es necesario
conocer la estructura de éstos. En todo lo que se escribe, la buena redacción
de los párrafos conduce, naturalmente, la correcta expresión, que es el
principal objetivo de quien pretende convencer o conmover a través de la
palabra escrita.
De lo anterior se desprende que el párrafo
constituye la unidad o elemento básico de todo documento; porque, además de
integrarlo, sólo puede contener una idea específica o un aspecto diferente de
la misma idea. Esta es la característica esencial del párrafo.
Asimismo, en todo escrito sólo hay unidad en el
propósito cuando en él se trata únicamente, hasta su total integración, un
asunto o pensamiento que es el eje de unión de cada párrafo.
Para que el párrafo sustente la unidad que se le pide, es necesario que
las oraciones que lo componen estén
correctamente estructuradas, es decir, que no presenten ambigüedades o anfibologías. Es fundamental que en la oración
contenga una estructura sintáctica en virtud de la cual se logre expresar con
precisión y claridad aquello que se intenta transmitir. Sin este requisito y
sin la coherencia entre las oraciones no podrá haber unidad en el párrafo y
tampoco en todo el texto.
La sintaxis es la parte de la gramática que estudia la manera como se
combinan y ordenan las palabras para formar oraciones;
analiza las funciones que las palabras desempeñan dentro de ellas, así como los
fenómenos de concordancia que pueden presentar entre sí. La unidad mínima de
estudio de la sintaxis de la oración.
Dentro de la oración, las palabras
adquieren un significado preciso y cumplen una función sintáctica determinada. Aisladamente,
las palabras tienen varias acepciones, pero en cada oración sólo, una de ellas,
además esta misma palabra puede cumplir una función distinta dentro de una
oración.
Definición
La Real
Academia Española de la Lengua define la
oración como la palabra o conjunto de
palabras con que se expresa un concepto cabal, es decir, la
menor unidad del habla con sentido completo, puesto que con una sola palabra
podemos emitir un juicio, concepto o sentido completo, siempre y cuando
contenga los dos elementos esenciales: el
sujeto que representa la persona, animal o cosa de la que se dice algo, y el predicado, que es lo expresado
referente sujeto.
La oración es la unidad, dentro del
discurso, que expresa un sentido completo y está constituida por sujeto y
predicado.
Por ejemplo: si decimos canto, está implícito el sujeto yo; si escribimos caminas,
está implícito el sujeto tú. En el
caso de escribir trabajamos, está
implícito el sujeto de nosotros.
Con cada uno de estos vocablos estamos indicando lo
que hacen sus respectivos sujetos (yo, tú, nosotros), por tanto, representamos
un sentido completo y, por lo mismo, enunciamos una oración en cada caso, ya
que contienen sus dos elementos esenciales: sujeto y predicado, con los cuales podemos emitir un juicio acabado.
Por
otro lado, si decimos:
·
Los antiguos castillos.
·
Entre bastidores.
·
El libro de pasta negra.
Con
estas frases expresamos una significación, pero sin sentido completo, puesto
que les falta el predicado, que es el elemento que dice algo referente al
sujeto. En cada una de las expresiones anteriores falta el verbo que es la
palabra con la que se declara, se pregunta, se manda o se expresa el deseo de
algo. Claramente se ve que
es preciso un verbo que conecte la frase
para dar sentido completo y convertirlas en oraciones.
Diferencia entre oración y frase
Con base en el último párrafo del apartado anterior
podemos decir que una frase es la
expresión que no contiene un verbo y, por lo tanto, no posee un sentido
completo. Ejemplos: “Una mañana de septiembre”, “la bicicleta verde de mi papá”,
“con mucha simpatía”, “por si acaso”, “de vez en cuando”. Mientras que una oración es la expresión que contiene,
al menos, un verbo y que tiene
sentido completo.
Sintagma
Sintagma
es una unidad conformada por una palabra que es la más importante y que
funciona como núcleo; el sintagma puede ir acompañado de complementos o
modificadores y juntos forman un bloque. Es posible distinguir el núcleo en los
sintagmas porque es imprescindible y las palabras que lo acompañan pueden
omitirse. Existen sintagmas: nominales, adjetivales, adverbiales,
preposicionales y verbales.
Sintagma nominal:
Tiene como núcleo un nombre o sustantivo, puede ser también un pronombre o una
palabra sustantivada, ejemplo:
El nido de las palomas.
La saludable comida vegetariana de mis amigos.
La maestra.
Lo bueno.
Ríos anchos y profundos.
Un barco fantasmal.
Un punto de apoyo.
El color de la cerveza.
Sintagma adjetivo:
tiene como núcleo un adjetivo, el cual puede ir acompañado de un adverbio o
sintagma adverbial que funciona como su complemento o modificador, ejemplo:
Bastante solidario.
Sospechosamente amable.
Muy enojado.
Demasiado mal redactado.
Fácil de convencer
Apto para las ventas.
Digno de confianza.
Sintagma adverbial: Su
núcleo es un adverbio que puede ser modificado por otro adverbio.
Muy cerca.
Bastante pronto.
Tan ingratamente.
Sintagma prepositivo o preposicional: Está
compuesto por preposiciones, que es el núcleo, y un sintagma nominal que recibe
el nombre de termino, el cual funciona como complemente preposicional.
Por su culpa.
Con singular alegría.
En la orilla del río.
Sintagma Verbal: Tiene
como núcleo un verbo y por ello, siempre constituye el predicado de una
oración. Sus complementes son el objeto directo, indirecto, los
circunstanciales, el predicativo y el agente.
Rompió la taza.
Dedicó su vida a esa causa.
Cantamos toda la noche.
Es sorprendente.
Fue vista por todos los vecinos.
PARTES DE LA ORACIÓN:
Sujeto
El sujeto
es la palabra, frase u oración que se refiere a una idea, un concepto, una
persona, un animal o una cosa, de los cuales se dice algo; es de quien se habla
en la oración; el sujeto, generalmente, realiza la acción del verbo. Se puede
identificar con las preguntas ¿Quién o qué realiza la acción? o ¿De qué o de quién se habla? Ejemplos: “La
silueta de la muchacha se reflejó en el espejo.” “Las hormigas trabajan
afanosamente.” “El viento y la lluvia golpeaban las ventanas.”
Otra manera de reconocer los sujetos es que siempre
concuerdan en número con el verbo: “Los gatos prefieren la carne cruda”, “El pintor de acuarelas regaló todos sus
cuadros”, “Me duelen las piernas.”
El sujeto puede encontrarse al principio, en medio
o al final de la oración: “Las primas de
Silvestre piensan viajar disfrazadas.” “Mañana nosotros prepararemos una cena al estilo italiano.” “Comenzamos a
trabajar todos los amigos de Leopoldo.”
El sujeto puede estar constituido por
un pronombre o un sustantivo con o sin modificadores, es decir, por un sintagma
nominal:
Tú atenderás las llamadas.
En ese momento todos levantaron la mano.
Ellas controlaban la situación.
Nos llegaron rumores.
Orfeo se enamoró de Eurídice.
El viaje de los astronautas terminó bien.
La historia del mundo registra muchas
guerras.
Los árabes invadieron España en el siglo VIII.
La fiebre y el hambre lo hacían delirar.
El sujeto puede estar constituido por
una oración:
El que llegue primero enfrentara esa
dificultad.
Atenuar el dolor es el objetivo de la medicina.
Quien pide compasión no merece ser oído.
Me indigna que exista todavía la pena de muerte.
En ocasiones el sujeto puede omitirse, en esos
casos se dice que es morfológico y se
reconoce por la desinencia del verbo, también se le llama sujeto tácito o
implícito:
Olvidamos el asador en el bosque. (Nosotros-as)
Fingirás cortesía durante tu visita. (Tú)
Se cansó muy pronto de sus impertinencias. (Él, ella o usted)
Corté unas naranjas agrias. (Yo)
Núcleo
y modificadores del Sujeto
Todo sujeto explicito que
sea sintagma nominal tiene un núcleo que es la palabra más importante, aunque
puede estar acompañado de modificadores. Ejemplos:
La misteriosa caja de música encantó a la familia.
El sujeto esta marcado
con negritas. De él, la palabra más importante es el sustantivo caja,
concuerda en número con el verbo y es la palabra imprescindible del sujeto, si
se suprime, entonces la oración pierde sentido.
La
misteriosa de música encantó a la familia.
Así pues, el núcleo del sujeto siempre es un sustantivo, un pronombre o una palabra sustantivada.
Ejemplos:
Me gustan los postres
de frutas. (Núcleo: sustantivo)
Los autos de carreras
enloquecen a los jóvenes. (Núcleo: sustantivo)
Ellas pensaron en ti. (Núcleo:
pronombre)
En esta casa trabajamos
nosotros.
(Núcleo: pronombre)
Llegaron los indeseables.
(Núcleo: adjetivo sustantivado)
El ayer le traía falsos
recuerdos. (Núcleo: Adverbio sustantivado)
Es
posible que en el sujeto aparezcan dos o más núcleos:
El escritor y el crítico
literario se reunieron en una cafetería.
Continuaron firmes la oscuridad,
el silencio y la llovizna.
Tú
y yo padecemos las
consecuencias
El núcleo del sujeto puede estar acompañado por modificadores directos o indirectos:
Modificadores directos.
Acompañan al nombre para agregar algo a su significado o para precisarlo, deben
concordar con el núcleo en género y número. Esta función la desempeñan el artículo y el adjetivo:
Los
espejos reflejan la imagen.
Un leve temblor lo delataba.
Una ligera brisa marítima
refrescaba el ambiente.
Sus pasos cansados resonaban en medio del silencio.
Sus palabras precisas y oportunas
emocionaron a todos.
Tres desconocidos
anunciaron el trágico accidente.
Es posible encontrar sintagmas adjetivo formados
por un adjetivo y un adverbio, el
cual, a su vez, puede tener como modificador a otro adverbio. En estos casos,
todo el sintagma adjetivo cumple la función de modificador directo.
Una
avenida muy
amplia atraviesa la ciudad.
Dos hombres terriblemente crueles se burlaban de los
animales en el zoológico.
El sobre lo trajo un mensajero
bien vestido.
Una explicación bastante mal fundamentada provocó desagrado.
Una alimentación muy bien balanceada evita enfermedades.
Modificadores indirectos. Son
sintagmas prepositivos o preposicionales que modifican el núcleo del sujeto. Se
introducen mediante una preposición, también se llaman complementos adnominales.
La
casa de mi
niñez ya no existe.
El estudio de los astros empezó hace mucho tiempo.
Una mujer con larga melena tocó a mi puerta.
El libro sin pastas tiene ilustraciones extrañas.
Los modificadores indirectos están constituidos por
una preposición y un sintagma nominal que funciona como complemento de la
preposición y recibe el nombre de término, la estructura de este último puede
ser simple. Ejemplos:
Los dulces de México
son exquisitos.
El aullido de los lobos hambrientos nos despertó.
Su estructura es compleja si dentro tiene otro
modificador indirecto:
Los vidrios de las grandes ventanas del edificio
se estremecieron por el impacto.
El cielo con nubes de color gris parecía amenazante.
Existe otro tipo de complemento de los nombres que
se llama aposición. Es un sintagma
nominal que se caracteriza por escribirse entre comas y por ser intercambiable
con el núcleo del sujeto.
Jorge, mi hermano, practica varios deportes.
Los dos estudiantes de
mi curso, Rolando y José, trajeron
un instrumento extraño.
Simón Bolívar, el Libertador de América, nació en Caracas.
Esos indígenas, los tarahumaras, recorren a pie grandes
distancias.
Predicado
El
predicado es la parte de la oración
que expresa la acción
que realiza el sujeto en las diferentes maneras en que éste se presenta. El predicado es todo lo que se dice del sujeto.
El predicado está formado por un
verbo (núcleo) y cinco complementos (Directo, Indirecto, Circunstancial,
Predicativo y Agente).
Ejemplos:
Los asistentes del médico guardaron silencio durante la operación.
Por
la mañana circuló la noticia sobre el secuestro.
Los fuegos artificiales estallarán a la hora exacta.
En
el vado del rio crecen cipreses.
El
verbo puede aparecer sin complementos y constituir, por sí solo, predicado:
Unos desconocidos cantaban.
Cociné.
Ustedes van
a descansar.
El
predicado puede estar al principio o al final de la oración, también puede
encontrarse dividido, porque el sujeto se ha colocado en medio.
Apareció
en la mirada del científico un destello de malicia.
Un destello de malicia apareció en la mirada del científico.
Apareció
un destello de malicia en la mirada del
científico.
Núcleo
del predicado.
El
núcleo del predicado siempre es un verbo, simple o
perifrástico (construcción que se forma con dos o más verbos que, en ocasiones,
pueden estar unidos por una palabra de enlace). Es la palabra más importante y
concuerda en número y persona con el núcleo del sujeto.
La familia de mi amigo no asistió al funeral.
Sara nunca ha
visto un eclipse.
El lunes yo voy
a preparar una comida italiana.
Maribel y Elvira contaron la historia detalladamente.
Ahora tú tendrás
que aclarar las dudas.
La
concordancia del núcleo del predicado con el del sujeto permite reconocer éste
en las oraciones, sobre todo, en aquéllas en las que el sujeto no es agente de
la acción verbal.
Te
enferma la miseria.
A Sonia le repugnaban
los reptiles.
Se dañaron
las tuberías.
El rey
fue derrotado por el pueblo.
En
los ejemplos anteriores, los sujetos son: la
miseria, los reptiles, las tuberías, el rey, puesto que de ellos se hablan en las oraciones y concuerdan
con los verbos, aunque ninguno sea agente
de la acción.
El
Predicado Verbal y el Predicado Nominal.
El predicado verbal
es aquél que tiene como núcleo un verbo con significado pleno, es decir, por si
mismo puede predicar o dar información. Casi todos los verbos son de ese tipo.
El predicado nominal
se construye con verbos copulativos,
los cuales se caracterizan por no tener significado pleno, se acompañan de un
adjetivo, un sustantivo o una oración, estos elementos son los que aportan la
información del predicado. En estas oraciones el verbo sólo cumple la función de enlazar el sujeto con el
predicado, de ahí que reciba el nombre de copulativo.
Los verbos copulativos más comunes son ser y estar.
Él
es médico.
Algunos detalles son bellos.
Su rostro estaba
triste.
Ella fue
la que me delató.
Es
frecuente encontrar verbos plenos funcionando como copulativos, en este caso
necesitan apoyarse en un adjetivo, el cual modifica al sujeto y, generalmente,
concuerda en género y número con él:
Eva
permaneció quieta.
Julio caminaba
distraído.
Todas las empleadas llegaron preocupadas.
Los colegas se mostraron
encantados.
Complementos
del núcleo del predicado
La
estructura del predicado esta conformada por el verbo que funciona como núcleo
y por los complementos de éste: Objeto o complemento directo, objeto o
complemento indirecto, complemento circunstancial, predicativo o atributivo y
complemento agente.
Objeto o Complemento Directo
Se
refiere a la persona, animal o cosa que recibe directamente la acción del
verbo, se conoce también como paciente, dado que es el que resulta afectado o
modificado por la acción del verbo. El complemento directo siempre se presenta
con verbos transitivos.
Mi hermano construyó un helicóptero de manera.
El enfermo abandonó su rutina alimentaria.
Todos asumieron su responsabilidad con entereza.
Roberto arrojó los
papeles en el cesto de la basura.
Elena nunca leía el periódico.
El objeto o complemento directo puede estar formado por:
A. Un pronombre: me, te, se, lo, la,
los, las, nos, todo, algo, etc.
Me
asaltaron anoche.
Te
trajeron a la fuerza.
Mi sobrino se
cubre con una manta.
La noticia los
dejó satisfechos.
Nos
han olvidado.
El economista negó todo.
Los
arrojaron al abismo.
B. Un sintagma nominal, constituido
por un sustantivo con o sin modificadores:
Esa canción transmitía alegría.
Una sombra cubre mis ojos.
Ella extendió sus
largos y blancos brazos.
El mago se subió la manga de la camisa.
C. Un sintagma preposicional
introducido por la preposición: a. Esta forma
sólo se usa cuando el objeto se refiere a personas o seres personificados o
singularizados.
Visité a mi
prima.
Buscando a
los estudiantes.
Encontraron al
perro.
D. Una oración:
Pidió que
todos escribieran su nombre.
Marcos pensaba que
tenía mucho dinero.
Hizo lo que
pudo.
Existen tres procedimientos para reconocer el complemento directo.
1. Con la pregunta: ¿Qué es lo …..?
Todos denunciaron el crimen. ¿Qué es lo que denunciaron? El
crimen.
El oía los acordes de la música. ¿Qué es lo que oía? Los acordes de la música.
Javier adoptó a un niño. ¿Qué es lo adoptado? Un niño.
2. Mediante la sustitución del
complemento directo por los pronombres: lo, la, los, las.
El médico atendió a su paciente. El médico lo atendió.
El perro se comió la pierna de pollo El perro se la comió.
El abuelo añoraba los viejos tiempos. El abuelo los añoraba.
Vio las agitadas olas del mar. Las vio.
Estos pronombres se refieren al objeto directo y por ello deben
concordar con él en género y número. Cuando se colocan antes del verbo se
llaman: proclíticos;
cuando se posponen y se adjunta se llaman enclíticos:
Los
compadecieron por su mala suerte. (Proclítico)
Necesita dinero para comprarla. (Enclítico)
Por la tarde voy a verlas en
la biblioteca. (Enclítico)
Piénsalo (Enclítico)
Cuando el objeto directo se antepone a
los demás elementos oracionales, se repite mediante un pronombre, nunca en otros casos.
A mis estudiantes no los he convencido de mi teoría.
Las tareas de reconstrucción las atiende un arquitecto.
3. Mediante el cambio de la oración a
voz pasiva, en la que el complemento directo pasa a ser sujeto.
Luis recogió la basura. La basura es recogida por Luis.
Marisa examino la grieta. La
grieta es examinada por Marisa.
Objeto o complemento Indirecto
El
complemento indirecto es la persona, animal o cosa que recibe indirectamente la acción del verbo, es
el beneficiario o perjudicado por
dicha acción. Siempre se une al verbo mediante la preposición a y, en
algunos casos, acepta la preposición para. Es muy frecuente que un pronombre repita el
complemento indirecto en una oración. Por ejemplo:
Armando les dio una sorpresa a sus socios.
No le cuentes todo a Raquel.
A lidia
le mostraron
una gratitud exagerada.
Nos
explicaron
el problema.
Te
deseamos
buena suerte.
El abogado trajo malas noticas a los prisioneros
Tejió una bufanda para mi abuelo.
El
complemento indirecto se compone de:
a) Un sintagma preposicional:
Carmela pidió las copas a Rocío.
La feria proporcionó beneficios para todos nosotros.
b)
Un pronombre: me, nos,
te, se, le, les.
Rafael me entregó los boletos.
Te
gusta
la carne de cerdo.
Se
lavó
las manos.
Les
dedicamos
esta canción.
Le
ofreció
una taza de chocolate.
Nos
dieron
una esperanza.
El
pronombre de complemento indirecto se antepone al verbo, aunque en algunos
casos se presenta como enclítico:
Les
impusieron
uniformes.
Te
lo prometieron
ayer.
Escríbele
una nota.
Quieren comunicarnos algo.
Voy a recomendarte una novela.
c)
Una oración.
Exigió silencio a quienes estaban cerca.
Paco presentó su libro a los que no creían en él.
En
ocasiones aparecen dos complementos indirectos en una oración:
Compré a Olivia unos dulces para mis hijos.
A mi hermana le
preparé
un flan para sus invitados.
Existen dos procedimientos para reconocer
el complemento indirecto:
1) Mediante la pregunta ¿A quién o
para quién …?
Entregó la carta a su dueño. ¿A quién la entregó? A su dueño.
Aplicó el examen a todos. ¿A quién lo aplicó? A todos.
Compré un regalo para ti. ¿Para quién la compré? Para ti.
2) Mediante la sustitución por los
pronombres: le o les.
Pidió a los extranjeros una identificación. Les pidió una identificación.
Prometieron ayuda al campesino. Le prometieron ayuda.
Felipe no prestó atención a los festejos. Felipe no les prestó atención.
Sólo
es posible la sustitución por estos pronombres cuando el complemento indirecto corresponde
a la tercera persona.
Complemento Circunstancial
Expresa
la manera, el tiempo, el lugar y demás circunstancias en las que se realiza la
acción del verbo:
a) Modo. Se refieren a la manera como se realiza la
acción. responde a la pregunta ¿Cómo?
Lo estudiaremos con detenimiento.
Abrió la puerta cautelosamente.
Lo hizo como lo ensenaron.
b) Tiempo. Expresan el momento en el cual se lleva a
cabo la acción. Responde la pregunta ¿Cuándo?
Llegarán en el momento menos esperado.
Mañana
aparecerá
su nombre en los periódicos.
El mes entrante
sostendré
un debate.
Mientras
aterrizaba el avión casi todos los pasajeros dormían.
c) Lugar. Indican el sitio, espacio o lugar donde se
realiza la acción. Responde a la pregunta ¿Dónde?
Dora se sentó junto a la estufa.
Ahí
venía
él.
Paseó la mirada por donde estaban unos mendigos.
d) Cantidad. En general, sólo se emplean adverbios que
indican medida, puesto que denotan cantidad. Responden a la pregunta ¿Cuánto?
Comió bastante.
A veces escribía mucho.
Pidió más.
Los
adjetivos numerales no se emplean para formar complementos circunstanciales de cantidad. En expresiones como: compre cinco sillas, el adjetivo “cinco”
se refiere al sustantivo sillas y, junto con él, forma el objeto directo.
e) Instrumento. Aluden al objeto con el cual se realiza
la acción. Responden a la pregunta ¿Con qué?
Golpeó la mesa con el vaso.
Recortó las imágenes con unas pequeñas tijeras.
Amaestró al halcón con un método desconocido.
f) Compañía. Señalan con quien o con
quines se reliza la acción.
Isabel se fue al puerto con dos amigos.
Alfonsina quería ir a los llanos con nosotros.
Bailó conmigo.
g) Tema. Se presenta con verbos
que aluden a las acciones de leer, hablar, escribir, conversar, pensar,
expresan el asunto, argumento o tema sobre el que tratan dichos verbos.
Responden a la pregunta ¿Sobre qué?
No se cansaba de hablar sobre la eternidad.
La conferencia giró en torno a la medicina homeopática.
Conversaron
sobre fantasmas
durante toda la noche.
h) Causa. Manifiestan razones o
los motivos por los que se realiza la acción. Responden a la pregunta ¿Por qué?
No fue a la guerra por miedo.
Adelgazó debido a la mala alimentación.
No vendió sus cuadros porque estaban muy mal hechos.
i) Finalidad. Expresan el objetivo o
propósito que se persigue con el cumplimiento de la acción verbal. Responden a
la pregunta ¿Para qué?
El caballo empezó a saltar por el establo para encontrar una salida.
Se ocultó en el almacén con el fin de esquivar a los acreedores.
Da limosna para tranquilizar su conciencia.
j) Duda. Expresan incertidumbre.
Quizá
encuentre
un sentido distinto a esas acciones.
Tal vez
podemos
recuperar el terreno perdido.
¿Acaso es falsa tu humildad?
El
complemento circunstancial puede estar formado por”
1) Un adverbio, un sintagma adverbial
o una locución adverbial.
El sol nunca girará alrededor de la Tierra
Quizá
se produzca
hoy un terremoto.
Llovió muy fuertemente.
Ayer
se encontraba
estupendamente bien.
Pescó al vuelo la respuesta.
Tomó la vida a la ligera.
2) Un sintagma preposicional.
Se comporta de una manera extraña.
Habla con mucha seguridad.
Llegarán a otro planeta.
Se hospedaron en un hotel tenebroso.
Brindó por ella.
3) Un sintagma nominal
Se paseaba todos los fines de semana.
Algunas veces
llegan
las ballenas.
Esta tarde
comenzará
un diluvio.
La próxima
semana podrás conocer las nuevas instalaciones.
4) Una oración.
Los deportistas utilizaban el parque para realizar sus ejercicios
matutinos.
Antes de que se
descubriera América, los europeos no conocían las papas.
Cuando despertó,
la película ya había
terminado
Vivo donde nacieron mis padres.
Complemento predicativo o Atributivo
Es
el complemento que predica o informa sobre cualidades, atributos o
peculiaridades del sujeto. Aparece en las oraciones con predicado nominal, es decir, con los verbos copulativos ser y estar, también puede presentarse con verbos de significado
pleno:
Karla era mi amiga.
El agua estaba turbia.
Este animal es la fiera más hambrienta del zoológico.
Los gritos se percibían desesperados.
Una de ellas se mostró bastante indiferente.
Las praderas se encontraban devastadas.
El predicativo se caracteriza porque siempre se refiere al sujeto y, en
muchas ocasiones, concuerda con él en género y en número.
Puede
estar formado por:
1) Un sintagma nominal.
El arquitecto era un hombre de avanzada edad.
Remedios es un ser ajeno a la realidad.
2) Un sintagma adjetivo.
Angelina estaba muy avergonzada.
Una mano se alzó tímida.
3) Un pronombre.
Tú nunca serás eso.
El problema es aquél.
Lo
somos.
4) Una oración.
El maestro es el que sabe.
La abeja reina es la que nunca trabaja.
María es quien no quiere la herencia.
Morir es ausentarse definitivamente.
Es posible encontrar predicativos que se refieren al complemento directo,
siempre concuerdan en género y número con él.
El juez declaró culpable al acusado.
Encontré hoy más alegres a las bailarinas.
Veo a Jorge incapaz de trabajar.
Los
complementos directos de las oraciones anteriores son: al acusado, a las bailarinas,
a Jorge; los predicativos son: culpable, más alegres, incapaz de
trabajar, los cuales no deben confundirse con complementos circunstanciales
de modo, puesto que éstos nunca pueden estar desempeñados por un adjetivo o
sintagma adjetivo.
Complemento Agente
Este
complemento aparece solamente en las oraciones
en voz pasiva y designa al agente de la acción verbal. A pesar de referirse
a quien realiza la acción, no es el sujeto. Se introduce por la preposición: por.
La historia de la humanidad ha sido escrita por unos cuantos.
Su trayecto fue interrumpido por una fuerte lluvia.
La segunda estrofa será leída por Manuel.
Sus obras han sido olvidadas por todos ustedes.
El jardín fue cuidado por quienes no salieron de viaje.
La preposición de
se empleaba antiguamente para introducir el complemento agente: Ese sirviente es favorecido del rey.
Elementos de afirmación y de negación.
Los
adverbios de afirmación y de negación, sí
y no, no siempre funcionan como
complementos o modificadores del verbo. Pueden tener distintos usos y valores:
a) Suelen equivaler a una oración, en
casos como:
¿Piensas
trabajar hoy en la tarde? –Sí.
¿Hiciste
las correcciones al trabajo? –No.
Las respuestas sí y no se consideran oraciones con el
verbo omitido, pues equivalen a decir: sí pienso trabajar y no hice
las correcciones.
b) funcionan como elementos enfáticos,
es decir, refuerzan lo señalado por el verbo. La negación suele emplearse
combinada con otro elemento negativo:
Carlos sí conoce a mis amigos.
Yo no sé nada.
c) El adverbio no, sirve para negar
distintos elementos oracionales.
Augusto no
comió. (Niega el verbo)
Augusto no
comió uvas. (Niega el objeto directo)
Augusto no
comió uvas hoy. (Niega el adverbio)
Augusto no comió uvas verdes. (Niega
el adjetivo)
1.2 Categorías gramaticales o clases de
palabras.
Las categorías gramaticales san las nueve diferentes tipos en que se
dividen TODAS las palabras del
nuestro idioma español.
1.2.1
Artículo
El artículo es la clase de palabra que precede al
sustantivo para determinarlo y concuerda en el en género y número. Los
artículos se clasifican en determinados o definidos e indeterminados o
indefinidos.
Los artículos definidos o
determinados se refieren, generalmente, a seres o cosas
previamente conocidos por los hablantes, su presencia es casi siempre necesaria
junto al sustantivo y se emplean para singularizar una entidad en particular o
un conjunto genérico.
Los
artículos definidos o determinados son:
Singular: el (masculino); la
(femenino) y lo (neutro).
Plural: los (masculino) y las
(femenino).
Los artículos indefinidos o
indeterminados se refieren a seres o cosas, generalmente, no
conocidas o imprecisas para el oyente o el hablante.
Singular: un (masculino); una
(femenino).
Plural: unos (masculino) y unas
(femenino).
El articulo neutro singular (lo) se usa para sustantiva un adjetivo, que se emplea en género masculino y numero singular, adquiriendo un sentido abstracto.
Ejemplos:
Lo
raro
Lo
difícil
Lo
escandaloso
También
se puede utilizar el artículo neutro singular (lo) para acompañar pronombres
relativos:
Ejemplos:
Lo
que dije estuvo muy claro.
Trajo a la fiesta lo que le pidieron.
Jose Ramon no es lo que aparenta.
CARACTERÍSTICAS DEL ARTÍCULO.
· El
artículo tiene la propiedad de SUSTANTIVAR cualquier clase de palabra.
El
¡ay! De los dolientes se escucha a lo lejos. (Interjección)
El
vivir cómodamente era una su obsesión. (Verbo)
El
ayer era para él su mejor recuerdo. (Adverbio)
Un
rojo pálido se veía en el horizonte. (Adjetivo)
· Ante
nombres propios no es muy adecuado utilizar el artículo: el Juan, la Josefina.
· Aunque
se puede utilizar ante algunos países como: el Perú, la argentina.
· Los
nombres de países o ciudades pueden llevar artículo cuando están acompañados de
un adjetivo que precisa una época histórica, como en: el México colonial, la
Roma antigua.
MISCELÁNEA
· Los
artículos el y un se emplean delante de sustantivos femeninos en singular que
empiezan con a- o ha- con acento ortográfico o prosódico:
el águila el agua el
hambre el hampa.
un hacha un ave una
arca un hada
Cuando los sustantivos están en plural, o cuando se interpone otra
palabra entre el sustantivo, se emplean los artículos femeninos:
las águilas la transparente agua una enormes aves
Existen
algunas excepciones como la palabra arte
que es masculino en singular: el arte,
y femenino en plural: las artes. Azúcar es sustantivo masculino que puede
aceptar el artículo femenino: el azúcar,
la azúcar.
· Cuando
el artículo el va precedido de las preposiciones
de y a, se producen las formas del
y al por contracción:
Me
gusta la casa del vecino.
Voy
a ir al parque.